“Estamos en nuestros puestos de trabajo en resguardo de una posible estafa y vaciamiento del establecimiento. El martes 8, a las 13, tuvimos la primera jornada de lucha, guardias y asambleas las 24 horas”, señaló, Fernando Castillo, secretario general del Sindicato Unido de Costureros y Empleados del Vestido (SUCEV) de la CTA-Autónoma.

“El argumento es que no se puede trabajar más y que la crisis no es ajena. Decayó el rubro a nivel general y el trabajo pero, al ser marcas de primera línea, tenemos pedidos y sistemáticamente los rechazan. Nosotros lo sabemos porque tenemos acceso a los informes de la fábrica”, destacó Castillo.

“Por toda esta situación tuvimos una compañera que tuvo un paro cardiorespiratorio y otra que sufrió cáncer de mama y por el incumplimiento del pago de la obra social no está recibiendo los medicamentos oncológicos”, advirtió el secretario gremial.

Por último Castillo analizo que “existe la posibilidad de que volvamos a la fábrica y haya un cartel de que vayamos al juzgado judicial”.

Lo cierto es que se trata de al menos 120 empleados, de los sectores de costura, transfer, corte, administración y el sector jerárquico que se encuentra en estado de alerta y a la espera ya que, si bien la fábrica presentó un pedido de quiebra en diciembre, al haber empezado la feria judicial todavía no existe ningún decreto que lo constate.