Por: Gaston Guerreros

En primera instancia, la Subsecretaria de Inclusión Social (bajo la órbita del ministerio de Desarrollo Social de la Nación, conducido por Daniel Arroyo) explicó cómo vive los días de aislamiento social: “No escapo a lo que nos pasa a todos los argentinos, hay mucha preocupación. Uno tiene la posibilidad, como concejal, de estar en actividad ayudando en todo lo que se puede, en los lugares donde hace más falta estar”.

En ese sentido, manifestó que Tigre “no escapa a las generales de la pandemia. Por un lado, la necesidad de cuidarse, de no relajarse y de cumplir con la cuarentena. Pero también estamos todos muy preocupados de cómo será el día después en la economía, con la preocupación lógica de muchos comerciantes por no tener actividades”.

Sobre a las movilizaciones que están ocurriendo los fines de semana en el distrito, la concejal fue contundente: “había varias personas pidiendo por la apertura de su negocio. Pero también había mucho pillo generando una situación de malestar”.

“Pensemos que el presidente tuvo la dificultad de enfrentarse a reemplazar toda la economía informal a través de ayuda social; es un desafío enorme. Programas y planes sociales son pensados durante muchos meses para ponerlos en ejecución; en cambio, en poco tiempo, el presidente los tuvo que poner en marcha (como lo fue la IFE). Eso es absolutamente valorable”, manifestó la edil.

Desde hace 5 años, el 3 de junio dejó de ser un día más, para pasar ser el reflejo de una jornada de lucha y movilización; cuando se convocó a la marcha nacional “Ni Una Menos”. Poniéndose sobre la mesa ( y en la cara del Estado) los crímenes de mujeres, niñas y trans, en manos de varones, por razones de género.

Una de las referentes de esta marcha, Micaela Ferraro, indicó que “la lucha feminista lleva mucho más de 5 años”. Agregó: “hace 5 años se popularizó de una manera que ni nosotras nos imaginábamos, llenando las plazas, calles y pasando a ser una causa popular. Todas las mujeres nos plantamos para decir ‘basta de la violencia de género, basta de asesinarnos’.”

Sobre lo que falta por hacer, la concejal enfatizó que “falta muchísimo por recorrer, es un camino enorme y largo. En esta cuarentena, nos damos cuenta la cantidad de femicidios que hubo. Las políticas, que normalmente se piensan para combatir la delincuencia en general, no son útiles para combatir la violencia de género”.

“El femicidio es el extremo de la violencia, deberíamos desandar todo ese camino anterior al femicidio que constituyen situaciones de desigualdad a las que las mujeres nos enfrentamos todos los días. Te pongo un ejemplo claro del asilamiento: todos los quehaceres de la casa y el acompañamiento de los chicos con el tema de las clases virtuales, siguen recayendo en las mujeres. Todavía nos falta mucho por recorrer. Esta cuarentena nos puso frente a situaciones que parecían saldadas, pero todavía no lo están. Esto no es sólo un trabajo de las mujeres; terminar con la violencia de género, es un tema que nos compete tanto a mujeres como a varones”, subrayó.

A su vez, explicó que “hay varios niveles de intervención. Primero, cuando una mujer pide ayuda (en el momento agudo de la crisis), la policía debe estar presente de forma inmediata, pero también es necesario que después tengamos una serie de mecanismos que actúen para proteger a la mujer. Eso es urgente. Todos los poderes del Estado deben darle una respuesta inmediata a las mujeres que sufren violencia”.

“Para poder pensar en terminar con las desigualdades que nos llevan a situaciones de violencia, debemos repensar los modelos, los estereotipos y tener una educación más libre, donde los varones y las mujeres podamos ser quienes queramos ser, sin tantos mandatos”, sostuvo.

Por último, Ferraro explicó el proyecto presentado en el Concejo deliberante de Tigre, este 3 de junio: “tiene que ver con un proyecto para poder tener un protocolo de actuación desde el Concejo para las situaciones de violencia de género: preservar a la mujer, garantizarle su trabajo, apartar al violento hasta tanto se aclare la situación. Esos son algunos de los puntos del proyecto que presentamos para poder garantizarle a una mujer que sufre violencia, un lugar de contención (el ámbito legislativo)”.