

El 7 de septiembre San Martín vivió unas elecciones legislativas que dejaron un mapa político renovado, con certezas, desempeños por debajo de lo esperado y una gran sorpresa vecinal. El oficialismo de Fuerza Patria, con el intendente Fernando Moreira y el ministro Gabriel Katopodis como referentes, logró ratificar su hegemonía en el distrito y consolidar su poder territorial.
En contraste, la lista de La Libertad Avanza, encabezada por Daniel Mollo y el Pro, tuvo un desempeño que puede calificarse como mediocre. Pese al impulso nacional del espacio, en San Martín no logró convertirse en una alternativa de peso ni capitalizar el descontento de ciertos sectores. Su performance lo dejó relegado en un escenario donde se vislumbraba una clara polarización.
La gran sorpresa de la jornada fue el resultado obtenido por quienes quedaron debajo en la disputa electoral, específicamente la lista vecinal de Nuevos Aires. Con una boleta corta de un solo cuerpo, sin candidatos a senadores ni estructura provincial, el espacio se impuso frente a una coalición de mayor envergadura. Nuevos Aires estuvo integrado por el radicalismo oficial del distrito y el vecinalismo de Un San Martín Distinto. La apuesta local se transformó en una estrategia exitosa que dejó en evidencia la importancia del trabajo territorial.
La derrota más significativa fue la de la boleta de Somos, integrada por el PJ del ex intendente Carlos Brown, el radicalismo minoritario, Manes, Evolución, Randazzo, la Coalición Cívica, el GEN y el Socialismo. Aun con el respaldo de la estructura provincial liderada por el intendente de Tigre, no logró imponerse a Nuevos Aires compuesto por un armado puramente territorial.
El mensaje de las urnas fue contundente: el poder de cercanía y el trabajo barrial pueden superar al aparato más robusto cuando no existe cohesión política ni liderazgo local fuerte.
El resultado deja tres claves de análisis político. Primero, el oficialismo reafirma su fortaleza y encara con tranquilidad el futuro inmediato. Segundo, La Libertad Avanza muestra sus limitaciones para crecer en territorios donde carece de estructuras propias. Y tercero, el vecinalismo de Nuevos Aires emerge como un actor con capacidad real de incidencia, demostrando que en San Martín la política se gana no solo con sellos partidarios, sino con presencia cotidiana en el territorio.