

Por Juan Eslaiman
Es irrebatible: si fuimos a pedir plata al FMI es porque nos fuimos a la B. Si fuimos a pedir plata al Tesoro de Estados Unidos, es porque descendimos a la C…
Vale preguntar, de todas maneras, para qué serán usados esos fondos. ¿Tendremos nuevas y mejoras rutas, que servirán para mejorar la interconexión nacional y para que la producción argentina llegue sin inconvenientes a los puertos para salir al mundo? ¿Encararemos la renovación de la infraestructura hospitalaria y la creación nuevas escuelas en distintos puntos del país? ¿Mejoraremos los ingresos a jubilados y pensionados, aumentaremos quizás el presupuesto destinado a las universidades, destinaremos esos fondos a respaldar la renovación tecnológica de las pymes?
No. Sólo vamos a contener la incipiente corrida cambiaria para que la bicicleta financiera gire unos días más y nos permita llegar a las elecciones del 26 de octubre.
El modelo Milei: años y años de pagos y penurias
Con un nuevo endeudamiento, seguiremos financiando la fuga de capitales y la salida con dolarización del carry trade (la ruedita que enriquece, con un dólar regalado, a los amigos del ministro Caputo) y que se suma a otros obsequios ya ofrecidos, como las importaciones baratas y sin aranceles, que destruyen las posibilidades de exportación argentina y vienen devastando a la industria nacional.
Todo el endeudamiento destinado a un mes electoral, que nos va a costar años y años de pagos y penurias. Este es lo que nos dejará el modelo de Milei.
Es importante reiterar que el gobierno ya quemó, tratando de contener el precio del dólar, los fondos que le otorgó el FMI, y que ahora está yendo de rodillas a EEUU para pedir más fondos, en este caso del Tesoro, que le permitan seguir gastando en contener el dólar… Javier Milei: un anarco-capitalista anti Estado, que pide auxilio y ruega fondos a otro Estado…
Elección y después devaluación
Los economistas serios, los consultores con experiencia, los empresarios más fuertes y los principales especialistas de mercado saben que nos espera una devaluación muy importante después del 26 de octubre. Pero, ya sin reservas, ya sin fondos del FMI, ya sin el dinero del Tesoro de los EEUU, que será arrojado al fuego de la tensión cambiaria durante las próximas jornadas bursátiles.
Hay un principio que nadie discute – ni siquiera los vetustos y arcaicos fanáticos de la Escuela Austríaca – y que se puede aprender en el secundario: cuando un bien escasea, sube su precio. Si de algo hay menos, ese algo, cuesta más.
Si nos quedamos sin dólares, su valor, post devaluación, será más alto que habiendo tenido reservas.
Como el presidente y el ministro de economía no son inocentes y saben cómo termina esta historia, las decisiones que están tomando constituyen un crimen contra el país. No merecen otro calificativo.
Claro que, al gobierno de EEU le tocará explicar por qué le presta dinero a un jugador compulsivo, a un deudor que solo puede pedir deuda, y que no sabe cómo ni tiene forma de generar dólares genuinos.
Para unos, plata, para otros, motosierra
La situación del gobierno es tan desesperada que, además de estos pedidos dramáticos a EEEU para llegar a las elecciones, decidió eliminar las retenciones a todos los granos hasta el 31 de octubre, apenas unos días después de la elección nacional. Manotazo de ahogado que afectará gravemente el déficit fiscal y las cuentas públicas, y que transmite otro claro mensaje de injusticia y hace foco en las prioridades de Milei: para el campo hay plata. Para los jubilados y personas con discapacidad hay motosierra.
Vetó la ley que el Congreso aprobó para recomponer jubilaciones. Lo ocurrido con la Ley de emergencia en Discapacidad es incluso más grave: porque, luego de ser aprobada por primera vez, el gobierno la vetó y, al ser aprobada por segunda vez con el voto de dos tercios del Congreso, el gobierno decidió ingresar en la ilegalidad, al incumplirla mediante un artilugio. Vale decir que esta medida del gobierno viola la división de poderes, porque no es competencia del Poder Ejecutivo condicionar la vigencia de lo que ya aprobó el poder legislativo, y podría derivar en la remoción del Jefe de Gabinete por parte del Congreso.
Argentina ya vivió situaciones como esta: gobiernos que piden auxilio al FMI y al Gobierno de EEUU, endeudando a varias generaciones de argentinos, entregando a cambio el futuro y el patrimonio de todos. Pero solo sirven para estirar la agonía de un gobierno cercado por su propio modelo y limitado por sus propias torpezas. Ninguna de estas maniobras mejorará la vida de la gente ni evitará, tampoco, el castigo que recibirá el Gobierno en las urnas.
*Juan Eslaiman es Licenciado en economía y concejal del Peronismo de San Martín.