No fue una lluvia más. Fue un golpe durísimo para un medio que desde hace más de 22 años transmite desde Villa Maipú con la convicción de que la comunicación popular no se negocia. La radio, que tantas veces abrió el micrófono a los reclamos del barrio, a las luchas obreras, estudiantiles y feministas, hoy necesita que el barrio la abrace de vuelta.
“El agua nos tapó hasta la cintura, los equipos se arruinaron casi todos. Pero vamos a volver al aire, como siempre, con la ayuda de la gente y la solidaridad de quienes saben lo que significa sostener un medio comunitario”, contaron desde el equipo de producción de Atómika.
A pesar del desastre, la energía de siempre sigue viva. Ya se están moviendo para reparar lo perdido, conseguir equipos prestados y recuperar la señal lo antes posible.
Un medio comunitario que no se rinde
Radio Atómika no depende de grandes empresas ni de gobiernos. Es una radio autogestiva, libre e independiente, sostenida por el laburo voluntario de comunicadores, músicos, técnicos, vecinos y vecinas que creen en el poder de la palabra.
Desde su creación en 2002, Atómika se convirtió en un faro del underground del conurbano, un espacio donde suenan las bandas locales, se discuten los temas que otros medios callan y se construye comunidad todos los días.
Por eso, esta inundación no es solo un problema técnico: es un ataque más a las voces populares que intentan resistir en un contexto adverso, donde la falta de apoyo estatal y la crisis económica golpean con fuerza a los medios comunitarios.
Cómo colaborar
En medio de la tristeza y la pérdida, surgió algo que no se inunda: la solidaridad.
Vecinos, músicos, oyentes y colegas de otras radios ya se pusieron en contacto para ayudar a que Atómika vuelva a transmitir. Se organizan colectas, se ofrecen equipos y se difunde el alias oficial para colaborar económicamente:
Alias para colaborar: radioatomika.mp
Cada aporte, por mínimo que parezca, ayuda a recomponer un pedazo de la historia de la comunicación popular en San Martín.
La radio sigue viva
Mientras el barro se seca y los cables se vuelven a conectar, Radio Atómika prepara su regreso al aire.
Con la fuerza de siempre, con el ruido de fondo de la tormenta transformado en grito colectivo, porque —como dicen desde la radio— “esta lluvia de mierda nos quiere parar, pero Radio Atómika no se para”.