Según indicaron, todo ocurrió en el marco de un reclamo vinculado al pago de horas extras adeudadas a trabajadores por el Departamento Ejecutivo. De esta manera, manifestaron su comprensión “con la situación de los trabajadores municipales y con la legitimidad de sus reclamos laborales, que deben ser atendidos por los canales correspondientes”. No obstante, rechazaron de manera categórica ”cualquier forma de violencia o hecho que ponga en riesgo la integridad física de las personas y el normal funcionamiento de las instituciones democráticas”.