Octavio Argüello, quien encabezó la jornada, reflexiono sobre la dureza de lo que está viviendo la gente, y afirmó que “ese imperativo ético, el deber de amar, nos convoca a trabajar más fuerte que nunca”.
También señaló que “el que gana conduce y el que pierde acompaña, y así se está haciendo para sacar adelante a Tres de Febrero”.