La marcha se desarrolló en simultáneo con el debate de la iniciativa en comisión en el Senado, y tras la media sanción en Diputados del Presupuesto 2026, al que el movimiento obrero considera una profundización del ajuste. Desde la CGT sostienen que la reforma laboral es de carácter “regresivo” y avanza sobre derechos individuales y colectivos de los trabajadores, posición que mantienen aun luego de que el Ejecutivo retirara del proyecto uno de los artículos vinculados al financiamiento sindical.
El proyecto oficial propone una serie de modificaciones estructurales en el régimen laboral, entre ellas la reducción del cálculo indemnizatorio, la creación de un Fondo de Asistencia Laboral, la posibilidad de pago de salarios en distintas modalidades, la implementación de un banco de horas con jornadas que podrían extenderse hasta doce horas diarias y el fraccionamiento de las vacaciones. También amplía el listado de actividades esenciales, lo que restringe el derecho a huelga, elimina la ultraactividad de los convenios colectivos y avanza en cambios que debilitan la recaudación y representación sindical.