Norberto es enfermero del Sanatorio Franchín, y como todo el personal de salud de nuestro país, formó parte del frente de batalla contra un virus que no da tregua. En este contexto, le tocó a él convertirse en paciente, y tuvo que ser internado en terapia por la complejidad del caso.

Desde el primer momento, todo el personal de la UTI del Sanatorio Modelo de Caseros estuvo dedicado a sacar adelante a este gran guerrero. El propio Correa los define como “un personal con una calidad humana inmensa”, volcado a su cuidado, viviendo cada pequeño signo de mejoría como un inmenso logro y ayudándolo a recuperar su salud.

Contó además con el enorme sostén que le dio su familia, que esperaba los partes diarios con amor y paciencia, y con la esperanza de una pronta recuperación.

“Nací de nuevo, parte de mi corazón se lo llevan todos ustedes”. Con estas palabras, Norberto se despedía del Sanatorio Modelo de Caseros para continuar con su mejoría.