El 9 de Julio es algo histórico para America; fue la verdadera independencia de Latinoamerica. Nosotros decidimos ser argentinos, en aquel momento decidimos ser una Nación, una Patria. Esta fecha me genera que realmente decidimos ser independientes; el problema es lo que me genera hoy. Siento que le fallamos a esos próceres (Sarmiento, Roca, Rosas, Yrigoyen, Perón).

Argentina no es una Nación económicamente soberana, políticamente libre, y perdimos también la justicia social de esos próceres. Y después nos fuimos quedando… Tuvimos un concepto de Nación que lo hemos perdido, que va a ser muy difícil recuperarlo. Para eso tuvimos una base educativa muy grande, la que pensó Belgrano, Sarmiento.

Aquellas personas que despotrican 70 años de decadencia (que no es así), se olvidaron que en la Argentina, antes de la llegada de Perón, no había ni una fábrica de clavos. A partir de allí empieza un proceso de  industrialización muy poderoso e interesante. Y después vino la entrega, las dictaduras militares, años de horror, el enfrentamiento de clases, la pelea ideológica y nos encontramos hoy que el monstruo de dos cabezas que tanto discutimos en la década del ‘70 hoy está ganando. De un lado y del otro de la grieta, las dos cabezas están y el monstruo tiene el mismo cuerpo.

¡Que difícil es explicar qué pasó con esta soberanía! ¡Qué pasó con esa independencia que hicieron nuestros próceres! ¿¡Como les explicamos a nuestros chicos que hemos entregado todo, que le debemos a todo el mundo, que no nos dan vacunas porque no tenemos plata?! ¿Cómo les explicamos que tenemos 7 millones de trabajadores en negro?

La única posibilidad que tenemos es de buscar políticas diferentes. Tengo el orgullo de haber luchado y de haber pertenecido a políticas autóctonas, y tengo mi corazón y espíritu independiente. Lo que no me pueden matar es el pensamiento y lo que no me pueden arrancar es el corazón. Y todo eso es independiente, y por eso busco aquellos hombres que han tenido su voluntad de dirigir sus acciones.