La esgrima argentina dejó una más que satisfactoria actuación en los Juegos Panamericanos 2023, con un total de 3 medallas. El oriundo de Vicente Lopez, Augusto Servello, fue uno de los protagonistas de la delegación, y con su técnica, logró su cometido: llevarse de Santiago de Chile una medalla a su casa.

En la modalidad florete, Augusto, de 23 años, superó a un chileno en la pelea por el tercer puesto y se quedó con la medalla de bronce, luego de un arranque irregular en la fase de grupos pero con un sprint importante de cara al final. “La felicidad que tengo no se compara con nada; es un momento especial. Desde chico que soñaba con estar acá y ganar, y hoy se me cumplió”, destacó en diálogo con 2Urbanos a la salida del Centro de Deportes Paralimpicos del Estadio Nacional, la sede principal de la competencia.

La historia de Augusto con dicho deporte nace a los 8 años. Su abuelo lo veía muy entusiasmado jugando con espadas de juguete y paraguas, y mirando el programa televisivo “El Zorro”, y le informó sobre la actividad. Tras su muerte, su madre lo apoyó para adentrarse en el esgrima, y sus primeros pasos los dio en el Centro Naval de Olivos.

“El deporte está arraigado en Estados Unidos y Europa, y decidí entrenar con los mejores en Italia. Es por eso que hace más de un mes que no veo a mi mama, quien me hizo mucha falta en este último tiempo. Nunca dejó de apostar en mí”, manifestó con lágrimas el esgrimista, un guerrero en la delegación argentina presente en Chile.

Servello, que superó el 5º puesto conseguido en los Juegos Panamericanos Lima 2019, se considera un “afortunado”, y sostiene que “cuando uno se esfuerza al máximo, pasan cosas como estas”. Y agregó: “Es muy groso estar acá. Nos dan la oportunidad de representar al país como más nos gusta. Estuve entrenando muy duro y me sentía preparado para alcanzar lo que logré”.