Una nueva tormenta azotó al Conurbano y alrededores, y la preocupación de los vecinos crece aun más. En la previa, ante la posibilidad de lluvias, ya los vecinos toman sus propios recaudos, a sabiendas de que los municipios, en gran parte, no están a disposición o no han solucionado, ni siquiera, los desastres provocados por la tormenta de mediados de diciembre, que hasta dejó varios fallecidos.

En Hurlingham, nuevamente, la sociedad padeció las precipitaciones de ayer. William Morris fue de las localidades más afectadas, donde el agua llegaba a la altura de los pies de los vecinos, que piden a gritos el compromiso del municipio. Aunque no solamente las calles estuvieron colapsadas, sino que también, los hogares resultaron afectados.

Familias enteras trabajaron hasta las últimas horas de la noche para retirar el agua en sus domicilios, la cual es extremadamente nociva. “El desagüe fluvial lo unieron a las cloacas, entonces, mucha gente que no le entró agua por la puerta de entrada sí lo hizo por los inodoros, y se les inundó la casa con agua de las cloacas. Es grave lo que está pasando en Hurlingham”, le contó un dirigente político local a 2Urbanos, que colabora constantemente con el vecino, precisamente, con las últimas tormentas. El hospital municipal, también, padeció la jornada.

La situación alarmante en el distrito no es de ahora; viene desde hace años pero agravada por la tormenta del 17 de diciembre, que arrasó con todo. “Desde aquella vez, las calles no están limpias. Hay muchos montículos de basura y ramas; cuando llueve, todo eso tapa los desagües. Y encima los bomberos continúan cortando los árboles que se siguen cayendo. No sabemos con qué nos vamos despertar al día siguiente”, lamentó el dirigente, que pidió por mayor presencia, compromiso y gestión del intendente Damian Selci.