

El descontento del gremio se centra en el aumento salarial del 15% ofrecido por el municipio, una cifra que consideran insuficiente y una falta de reconocimiento y respeto hacia su labor. Omar Arce, secretario general del sindicato, expresó su indignación ante los medios de prensa, destacando la brecha entre las expectativas y la oferta municipal: “Veníamos acordando, negociando y tratando de hacer todas las modificaciones que nosotros pretendíamos para el sector municipal. Solamente se plantaron en ofrecernos el 15%, cuando nosotros habíamos pedido un 25% para julio y un 25% para agosto. Todo esto tiene una explicación, y es política. Nosotros veníamos teniendo el mejor de los diálogos y acordando en todas las áreas, pero cuando fuimos a firmar, nos vinieron con esta vergüenza de aumento”.
Arce también señaló que ha recibido numerosas quejas de los afiliados desde que se hizo pública la oferta del municipio, comparando la situación actual con la de 2016, el año en que asumió como cabecera del gremio. “Muchos concejales se comunicaron conmigo, y les voy a pedir si pueden hacer un pedido de informe. En San Isidro hay un aumento del alumbrado, barrido y limpieza del 200% y a nosotros nos quieren dar un 15%. El descontento que estoy recibiendo desde ayer hasta hoy, no lo vi desde que estoy en la gestión”, declaró.
El secretario general del sindicato fue enfático en su diagnóstico sobre la situación administrativa del municipio: “No soy optimista. En San Isidro hay un desgobierno, no hay gestión, hay actividades que son nulas o que dejaron de estar; hay móviles que no tienen nafta”.
La postura del sindicato es clara: las acciones de protesta continuarán hasta que se logre una solución satisfactoria al conflicto salarial. Mientras tanto, la comunidad de San Isidro observa con preocupación el desarrollo de esta disputa, que afecta servicios esenciales y pone en evidencia la tensión entre los trabajadores municipales y la administración local.