Correa destacó que esta actividad, impulsada por los trabajadores ferroviarios, no solo tiene como objetivo entregar diplomas de capacitación, sino que busca fortalecer la unidad del movimiento obrero frente a un contexto político que, según él, es desfavorable para los trabajadores. “Esta jornada es una excusa para juntar al colectivo de los trabajadores en el marco de unidad y analizar este momento tan difícil que están padeciendo con este gobierno nacional de ultraderecha”, manifestó el ministro.

El funcionario también hizo mención a la situación de los trabajadores municipales de San Isidro, tras una reunión reciente con Omar Arce, secretario general del sindicato. “Me manifestó la negativa del gobierno local de atender los reclamos de los trabajadores. El gobierno de San Isidro no tiene el respeto necesario para el diálogo. Entendemos que el municipio, en términos económicos, está muy bien, pero no se ve reflejado en los salarios de los trabajadores”, afirmó Correa, haciendo hincapié en que algunos sectores del municipio son “funcionales al gobierno nacional para menospreciar al trabajador municipal”.

En cuanto a los problemas que atraviesa la industria automotriz, el dirigente peronista mostró su preocupación por la situación de empresas como Volkswagen: “Tenemos un gobierno nacional cuyo presidente no habla de producción, de trabajo, mucho menos de industria ni de los derechos de los trabajadores. No se atienden las cuestiones básicas”.

El ministro fue categórico en su crítica al gobierno de Javier Milei, al que acusó de estar enfocado exclusivamente en los negocios financieros, sin preocuparse por la producción y el trabajo. “Estamos frente a un gobierno que ejerce la patria financiera, le interesan los negocios. No tienen presente lo que significa la industria y la producción; todo lo contrario de lo que estamos haciendo desde la provincia de Buenos Aires”, subrayó. Según Correa, mientras en la provincia se generaron 130.000 puestos de trabajo en la industria el año pasado, bajo el nuevo gobierno nacional se han perdido 165.000 empleos en el mismo sector. “Esto al presidente le importa tres carajos”, concluyó duramente.