

Originalmente compuesto por 10 concejales, el bloque de Cambiemos ha visto su número reducido a 7. Los primeros en migrar fueron Fito Leber y Marcelo Barrios, respaldando las políticas de Nicolas Massot con el bloque Cambio Federal. Quienes quedaron, en tiempos actuales, anunciaron la formación de un nuevo bloque denominado La Libertad Avanza Tigre, aunque este no cuenta con el reconocimiento de ser el bloque oficial del oficialismo nacional. Este comportamiento se repite en otros distritos.
Simultáneamente, Vanina Pignata también dejó el reciente bloque creado -al que no le dejan juntarse con el otro- y optó por unirse al PRO, en un gesto que responde, lógicamente, a la honestidad hacia quienes la votaron y le otorgaron su banca.
Este reacomodamiento político plantea interrogantes sobre la legitimidad de estos cambios. ¿Avalan los votantes tigrenses estas decisiones? ¿Es ético que personas no elegidas ejerzan influencia sobre concejales que sí fueron votados por los vecinos de Tigre? Estas preguntas resuenan en un contexto donde la moralidad parece ser un recurso escaso.
El recordado Ricardo Ubieto solía decir que los problemas terrenales ya eran suficientes como para tener que lidiar, además, con los “paracaidistas”. En Tigre, los vecinos parecen tener anticuerpos contra estas dinámicas. Las elecciones pasarán, y con ellas, los paracaidistas desaparecerán, dejando espacio para reflexionar sobre el verdadero significado de la representación política.
Por último, en la foto… ¿Los libertarios donde están? ¿Habrán sido invitados?